Drones, robots de ordeño, vehículos autónomos, captores inteligentes, biovigilancia, intercambio de datos: las nuevas tecnologías están cubriendo, a una velocidad asombrosa, casi todas las áreas de la producción agrícola.
Hoy existen drones que detectan plagas o calculan las necesidades específicas de abono y nutrientes que requiere una labranza a gran escala. Las lechugas cultivadas fuera de la tierra, cuyas raíces son alimentadas por un sistema automatizado que les provee nutrimentos 100% ecológicos, son un buen ejemplo.
Todo esto no es ciencia ficción, son las nuevas herramientas de la agricultura de precisión que se están tornando indispensables en las granjas suizas que buscan más eficiencia y productividad.
“La verdadera revolución se centrará en las cosechas y en la gestión de datos agrícolas relacionados con ellas. Y no hablo de un horizonte distante. Esta transformación producirá el próximo año, al menos en el caso de Suiza”, afirma Francis Egger, miembro de la Unión Suiza de Agricultores, el grupo paraguas más poderoso del sector agrícola helvético.
Pero este proceso evolutivo no está exento de riesgos, advierte Francis Egger. Aquellos que controlen los datos podrán controlar el mercado. Y hay que evitar que el agricultor se vuelva un simple obrero para las organizaciones más grandes.
También existe el riesgo de que los agricultores dependan cada vez más de los gigantes de la electrónica y de la industria agroalimentaria, que invierten masivamente para mantenerse entre los punteros en la implacable carrera de la agricultura 4.0.
“La Confederación, los cantones y los organismos agrícolas deben actuar rápidamente para evitar que los campesinos se vuelvan rehenes de las multinacionales que ocupan una posición dominante en el mercado”, anota Francis Egger.
Defensor de una visión liberal de la agricultura, Johann Schneider-Ammann (ministro suizo de Economía y Agricultura) se rehúsa a fijar reglas estrictas en materia de utilización de datos agrícolas. “Hay que dejar el mayor tiempo y espacio posibles para adquirir experiencia y extraer las primeras enseñanzas”
En definitiva, estamos en un momento clave para la agricultura, un momento en el que están surgiendo muchas tecnologías que traerán numerosas facilidades para los agricultores, pero debemos recorrer este camino con precaución para evitar que las grandes compañías, tanto tecnológicas como agrícolas, sean las que tomen todas las decisiones.
Desde LegioAgro intentamos crear una Base de datos libre y disponible desde cualquier lugar y dispositivo para que todos los usuarios puedan servirse de toda nuestra experiencia a la hora de tomar decisiones.
Hoy existen drones que detectan plagas o calculan las necesidades específicas de abono y nutrientes que requiere una labranza a gran escala. Las lechugas cultivadas fuera de la tierra, cuyas raíces son alimentadas por un sistema automatizado que les provee nutrimentos 100% ecológicos, son un buen ejemplo.
Todo esto no es ciencia ficción, son las nuevas herramientas de la agricultura de precisión que se están tornando indispensables en las granjas suizas que buscan más eficiencia y productividad.
“La verdadera revolución se centrará en las cosechas y en la gestión de datos agrícolas relacionados con ellas. Y no hablo de un horizonte distante. Esta transformación producirá el próximo año, al menos en el caso de Suiza”, afirma Francis Egger, miembro de la Unión Suiza de Agricultores, el grupo paraguas más poderoso del sector agrícola helvético.
Pero este proceso evolutivo no está exento de riesgos, advierte Francis Egger. Aquellos que controlen los datos podrán controlar el mercado. Y hay que evitar que el agricultor se vuelva un simple obrero para las organizaciones más grandes.
También existe el riesgo de que los agricultores dependan cada vez más de los gigantes de la electrónica y de la industria agroalimentaria, que invierten masivamente para mantenerse entre los punteros en la implacable carrera de la agricultura 4.0.
“La Confederación, los cantones y los organismos agrícolas deben actuar rápidamente para evitar que los campesinos se vuelvan rehenes de las multinacionales que ocupan una posición dominante en el mercado”, anota Francis Egger.
Defensor de una visión liberal de la agricultura, Johann Schneider-Ammann (ministro suizo de Economía y Agricultura) se rehúsa a fijar reglas estrictas en materia de utilización de datos agrícolas. “Hay que dejar el mayor tiempo y espacio posibles para adquirir experiencia y extraer las primeras enseñanzas”
En definitiva, estamos en un momento clave para la agricultura, un momento en el que están surgiendo muchas tecnologías que traerán numerosas facilidades para los agricultores, pero debemos recorrer este camino con precaución para evitar que las grandes compañías, tanto tecnológicas como agrícolas, sean las que tomen todas las decisiones.
Desde LegioAgro intentamos crear una Base de datos libre y disponible desde cualquier lugar y dispositivo para que todos los usuarios puedan servirse de toda nuestra experiencia a la hora de tomar decisiones.