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Revolución agrícola

La agricultura ha sufrido en los últimos 100 años 3 revoluciones que la han llevado a ser la actividad tal y como la conocemos ahora mismo.

La agricultura es un sector que ha ido incorporando las tecnologías ya consolidadas en otras industrias. La primera revolución fue el cambio de la tracción animal por la tracción mecánica.
La segunda comenzó con la creación de fertilizantes de síntesis que potenciaban el crecimiento de los cultivos de una forma nunca antes vista. Tras la Segunda Gran Guerra, se comenzó a mejorar las plantas de los principales cultivos del mundo. La Revolución Verde llegó y avanzó hasta lo que llegamos a la actualidad.
Y ahora mismo, estamos inmersos en una nueva revolución agrícola. La Revolución de los Datos ha llegado a la agricultura. Ha llegado la Agricultura 4.0.
La aplicación del Big Data a la agricultura, según un informe de Rabobank, aumentará el valor de la producción de alimentos hasta superar los 10.000 M$ al año. Este informe no ha pasado desapercibido para los grandes actores del sector y tenemos verdaderos planes de futuros en los que la inversión en agricultura digital se cuenta por millones.
Incluso la UE ha visto el potencial del Big Data, y numerosos informes destacan tres tendencias, por encima de las demás, que más van a afectar a la agricultura de aquí a 2030: la agricultura de precisión, la automatización y la integración/cooperación. Ni que decir tiene que las dos primeras se alimentan de datos para poder ser una realidad.
Ventajas:
  • Mayor producción, se ha conseguido aumentar los rendimientos de las cosechas cerealistas hasta un 0,44 t/ha.
  • Reducción de insumos, es posible reducir el consumo entre un 10-20%.
  • Analiza global, actúa local: el Big Data permite recoger datos de toda tu explotación agrícola, analizarlos y devolverte el análisis por parcelas.
  • Cosechar en el momento oportuno.
  • Integración de datos, para tener mayor precisión en la toma de decisiones.
  • Protección de la renta del agricultor, para asesorar al agricultor cuando vender su cosecha para obtener un mejor precio.
  • Reducción del desperdicio alimentario.
  • Análisis de las tendencias de consumo permitiendo ajustar cosechas.
  • Mejora de la trazabilidad gracias a que los datos asociados a un producto son como el ADN del proceso de obtención.
Con nuestros sensores recogeremos datos para ayudar en la toma de decisiones de los agricultores en tiempo real y conseguir muchas de las mejoras anteriormente citadas.
Con LegioAgro se avanza hacia la Agricultura 4.0.